martes, 17 de enero de 2012

Capítulo 14.

22/12/11

-¡Síííííííííííííííííííííííííííí! ¡Por fin se acaba el instituto! -Pensé al mismo despertarme.
Miércoles 22, no me creía que ya hubiera llegado, por fin. Hoy daban las notas, pero eso no era problema para mí. Siempre había sido una chica muy inteligente y trabajadora, hasta que llegué a la E.S.O. Seguía sacando buenas notas, pero no como en primaria. No es que fuera difícil, es que simplemente, no tenía ganas de esforzarme.
Este trimestre me había salido mejor que el año pasado, me había esforzado bastante más.
Me levanté de la cama y fui a arreglarme, siguiendo la rutina de cada día, pero esta vez sin preparar ese gran peso en la espalda al que llamamos cartera.
-¡Mariscos Recio, el mar al mejor precio! Si tiene una ce. - Cogí el móvil, sí, llevo ese tono para los mensajes, me levanta la moral. Era un WhatsApp de Susasa.
-Goooooooooooooooooooor, baja ya que hoy también llegamos tarde! -.-
-Vooooooooy, estoy termindando de plancharme el pelo -Le respondí al instante.
-Me da igual, baja yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Me puse la chaqueta y bajé por el ascensor terminando de arreglarme. Cuando salí todas me miraron con cara de: ¡por fin bajas cabrona! Empezamos a andar en silencio, un silencio un poco incómodo.
- Acho, ¿qué os pasa hoy? -Les dije.
-Pues que nos espera una navidad en casita. -Dijo Cristina.
-Ah ya... -Dije agachando la cabeza. Todas pasaban casi toda la navidad metidas en casa ya que sus padres las castigaban. Yo también lo hacía, pero porque no tenía nadie con quién salir, era la única que siempre lo aprobaba todo, y por eso me tenían un poco de manía.
-Claro, como doña perfecta no suspende nunca... -Dijo Cris casi con odio.
-Ya empezamos otra vez. ¡Vete a la mierda, Cristina! -Aligeré el paso y llegué la primera al instituto. Me quedé donde siempre, esperando a las demás.
Marcos no vino ayer, y al parecer hoy tampoco lo iba a hacer. Fui a hablar con Pablo por si sabía algo de él.
-¡Pableteeeeeeeeeeeeee! -dije dándole un abrazo- Al final, ¿cuántas te han quedado?
-Pueeeeeeees... creo que 8.
-Tú sigues en tu línea, que ya has repetido una vez 4º, ¿lo quieres hacer otra vez o qué?
-Que va, después de vacaciones las recupero.
-Ya. ¡Jajajaja! Emmm... Pablo, ¿has visto a Marcos? Es que ayer tampoco vino y estoy un poco preocupada, tuvimos una pelea fuerte el lunes y...
-Pues no, no va a venir. Me ha dicho que coja sus notas y se las lleve a su casa, pero tú no te preocupes por él.
-Ya, bueno... me voy. -me dio otro abrazo y me fui con las demás que ya habían llegado. Eran las 9 menos cuarto y, la verdad, no sé qué hacíamos allí. Hasta las 10 y media no nos daban las notas y ni siquiera había profesor en la clase.
Empecé a pensar en todo lo que había pasado con Marcos y acabé pensando en Lucas. No tenía ganas de verle. Era feliz a su lado, pero también al de Marcos. Estaba echa un lío. No sabía a quién quería ni a quién dejaba de querer. No entendía cómo podía querer así a dos personas a la vez, eso para mí siempre fue de putilla. Pero aquí estoy, con un pedazo de lío en la cabeza y el corazón un poco destrozado.
-Pufff... -se me escapó un suspiro.
-¿Y a ti que te pasa? -dijo detrás de mí una voz muy conocida aunque pocas veces escuchada.
Me dí la vuelta. -¡Lucaaaaaaaaaaaaaaaas! -lo abracé con todas mis fuerzas- ¡Cuánto tiempo sin verte!
-Pues ya ves, si es que no puedes vivir sin mí. -dijo dándome un beso en la frente.
-Tsssssss... Idiota, puedo perfectamente, lo sabes.
-Ya, ya... Bueno, ¿cómo te han ido las notas?
-A mí genial. Aún no me las han dado, pero no las necesito. Van a ser casi perfectas; la mayoría sobresaliente 9, tres matrículas 10 y un notable 7.
-Empollona... A mi me han quedado Inglés y Matemáticas.
-¡Guaaaaaaaaaaaaaaa! Qué idiota, yo en esas tengo 10. -le dije con aires de superioridad- Te jodes.
-Pues me ayudas. Esta navidad te vienes a mi casa un par de días y me lo explicas todo. Por cierto, es una orden. -me guiñó un ojo.
-¿Perdona? Yo iré si quiero, no por que lo digas tú.
-Vengaaaaaa, no seas así... -se puso a hacer pucheros.
-¡No me pongas esas caras idiota, que más que pena das risa! -empecé a reírme.
-¿Sí, no? Vale, vale... -se giró y echó a andar.
-¡Túúúúúúúú! ¡Espera, que era broma! -salí corriendo tras él, pegué un salto y me monté en su espalda.
-Vienes detrás de mí, me quieres demasiado para dejarme marchar, acéptalo. -Dijo cogiéndome mejor para que no me cayera.
-¡Tú eres tonto! -y le di un pesco- Pues ya no te ayudo.
-No, no. Retiro lo dicho, pero me tienes que ayudar.
-Venga, vale... -yo tenía la cabeza apoyada en su hombro, y él me dio un beso en el moflete. Me quedé mirándolo, me reí disimuladamente y él se puso rojo.
Eran las 10 y media y mi tutor entró por la puerta de clase. Yo seguía subida a la espalda de Lucas, no tenía ganas de bajarme, estaba muy agusto sintiendo su calor.
-Emmm... Ash tiene que irte, ¿no? -dijo él, también se le notaba que no quería que me fuera.
-Es verdad, bueno pues eso.
-Yo me voy ya, que me están esperando en la plaza ya un buen rato.
-Venga, adiós. -Me dio un abrazo que nunca quise que se acabara, pero se acabó.- Ya hablaremos tontico. -sonreí y me devolvió la sonrisa. Él se fue por los pasillos y yo entré en clase.
 *Casi dos horas después*
Salimos del instituto, yo bastante contenta, había acertado con mis notas, y las demás... no tanto.
-Bueno, yo pensaba que iban a ser peores. Siete suspensas no está nada mal. -dijo Sus con su sonrisa en la cara. -Ash, mira quien está ahí. - me susurró.
Era Marcos, con su típica posición. Tenía las manos metidas en los bolsillos, estaba apoyado contra la pared mirando al cielo. Me acerqué a él con paso decidido al ver que no llevaba bultos rectangulares ni cuadrados en los bolsillos. En cuanto me acerqué un poco levantó la cabeza.
 -Lo siento, lo siento mucho, de verdad. -dije tirándome a sus brazos casi llorando- Por favor, yo... yo... lo siento.
-Shhh... -puso su dedo en mis labios- No es culpa tuya, sino mía. Soy yo el que estaba metido en esa mierda, pero lo he dejado, por ti. No quiero perder a una amiga como tú.
¿Amiga? ¿Cómo que amiga? Hace un par de días no me había dado a entender eso. Estaba destrozada. -Pero.. pero... -lloré. Delante de todo el mundo, en medio de la calle, pero me daba igual, lo necesitaba.
-Tranquila, no me verás más con eso, te lo juro. Gracias, sin ti no sé que haría.
-Ni yo tampoco... -dije susurrando
-¿Qué? -dijo acercándose más a mí.
-No.. nada, nada. Bueno, yo ya me voy. -me solté para irme, pero el me empujó otra vez contra su pecho.
-Oye, una pregunta que no viene a cuento, ¿quién era el de esta mañana?
-Ah... Un amigo
-Muy juntos estabais para ser sólo amigos... -me acarició el lado en el que anteriormente Lucas me había dado un beso- Ese tío no me cae bien, puede que vaya a hablar con él.
-Pues a mi sí, y ni te acerques a él, ¿a terminado ya el interrogatorio o qué? -Dije furiosa. Marcos estaba muchísimo más fuerte que él y si llegaban a tocarse Lucas podía salir mal parado.
-No, no ha terminado. -me apretó más fuerte contra él, mientras miraba a alguien. Giré la cabeza y era Lucas que se quedó mirándome una milésima de segundo y se fue.- Me parece que a tu amiguito no le sienta muy bien vernos así. -dijo riéndose. Quise alejarme de él y hablar con Lucas, pero no podía y Lucas cada vez estaba más lejos.
-¡Suéltame cabrón! -chillé mientras le pegaba como podía -Lo has vuelto a joder todo. -Al final se cansó y me dejó ir pensando que Lucas ya estaría muy lejos.
Eché a correr, sentía el latido de mi corazón en los brazos, en la parte donde Marcos había hecho fuerza. Me faltaba la respiración pero no me paré, creo que había corrido más hoy que todo el trimestre en Gimnasia. Lo vi, seguía estando lejos, pero lo podía pillar ya que era una de las más rápidas de mi clase.
-¡Lucas! ¡Lucas por favor, no puedo más! -grité parándome en seco, entre lágrimas, después de media hora corriendo. Él se dio la vuelta pero no se movió ni tampoco habló, sólo se quedó allí, quieto, mirándome. Me acerqué a él con las piernas temblorosas y la respiración entrecortada. -Yo, te lo juro, no era lo que parecía.
-Ash, no me tienes que dar explicaciones, no soy tu novio. -Dijo muy tranquilo y contento.
-Ya, pero como te has ido así, yo pensaba que...
-No te preocupes, me he ido porque llevaba prisa. Mi madre me ha llamado para que vuelva a casa.
-Oh... vale. -no podía estar más avergonzada- Pues entonces nada, adiós. -Acababa de quedar como una gilipollas. Me había montado una película en mi cabeza yo sola, bueno, con ayuda de Marcos.
-Oye espera, no vas a correr todo eso para nada, ¿nos damos una vuelta? -dijo sonriendo.
-¿Tú no tenías prisa por lo de tu madre y eso?
-Bah, da igual.
-Bueno, pues entonces vámonos. -le dije con una cara de felicidad impresionante- ¿Sabes? El muchacho de antes, se pensaba que éramos... ya sabes, que yo te gustaba y eso. Qué tontería, ¿no?
-Pues sí, la gente ya no sabe lo que inventarse. Yo creo que a ese le gustas.
-Que va, no creo.
-Pero te gustaría que fuera verdad, ¿eeeeeh?
-No sé, seguramente no. ¡Jajajaja!
Seguimos hablando y perdimos la noción del tiempo, ya eran las 3 menos cuarto y nosotros seguíamos sentados en un banco cerca de su casa.
Me acompañó hasta mi puerta y nos despedimos con un gran abrazo. No habían pasado ni dos minutos y ya le echaba de menos.

Continuará...*

miércoles, 11 de enero de 2012

Capítulo 13 2/2.

                                #Narra Susana#
-Ash, por favor, deja de llorar. - La abracé.
-No, no puedo. Está metido en toda esa mierda, no puedo verlo así.
-Pues no lo veas, pasa, olvídate de él. -Me sentía culpable por lo de Marcos y porque Ash estuviera llorando, era culpa mía.
  *16 de octubre de 2011*
-¿Qué querías?- Dijo. Me acerqué a él y puse mi mano en su pierna.
-Lo de siempre Marcos, ¿qué voy a querer de ti? -Me acerqué más, él se levantó y se alejó un poco.
-Me has dicho que tenías que contarme algo sobre Ash, ¿el qué?- dijo Marcos un poco cabreado.
-Un trato es un trato; dame lo que es mío y yo te diré lo que quieres saber. -le dije mientras le acariciaba el cuello.
-No, ya me he cansado de esto, ¿no lo entiendes Susana? No te quiero, no quiero enrollarme contigo porque te estás haciendo daño.
-Pues no hay trato... Me voy, aquí ya no pinto nada. -Abrí la puerta lentamente y le miré de reojo esperando una respuesta.
-¡Espera! -me giré y sonreí- un beso, sólo un beso, me lo dices y te vas. ¿Lo tomas o lo dejas?
-Sólo un beso... -Estaba un poco decepcionada, pero bueno, algo es algo.
Lo tiré al sofá y me tiré encima de él. Empecé a besarlo pero el se resistía.
-Te he dicho que sólo uno. -Dijo apartándose de mí.
-Uno no es suficiente, necesito más.
-Pues es lo que hay. Dímelo, -Se levantó de nuevo.- sabes que la quiero, no puedo estar así.
Me partió el corazón. Yo lo amaba, y él... él le quería a ella y ahora ella a él también. Ash no iba a ser feliz con él, sólo le quería desde ayer, o eso me dijo. No podía quitarme en un día lo que yo he estado queriendo desde hace más de dos años. No podía permitirlo. No iban a estar juntos mientras yo me quedaba mirando. Ella no iba a tener lo que yo aún no había conseguido.
-Ayer por la tarde hablé con ella, de ti.
-Y, ¿qué dijo?
-Que... me dijo que... que no.
-¿Qué no? ¿Que no, qué? -dijo extrañado.
-Que no quiere nada contigo ni nunca lo va a querer, que te olvides de ella para siempre, que no intentes nada y que no hables con ella sobre el tema. -Le había metido... ¡Sí, le había mentido!- Lo siento, es lo que me dijo. -Sonreí y me arrimé a él.
Se cayó al suelo, estaba destrozado. Quizás me había pasado un poco, pero en el amor y en la guerra todo vale, ¿no? Me senté a su lado y le besé, y él me siguió sin ganas.
Pasó un rato y dejé de besarle. Me quedé mirándole, era como si estuviera en otro mundo, pensaba que se iba a poner a llorar, pero en ese momento se levantó.
-Adiós. -dijo serio y frío.
-Pero...
-¡Qué te vayas! -abrí la puerta y me quedé apoyada en el marco mientras él cogía su móvil y buscaba algo en la agenda.
- Piiiiii. Piiiiii. Piii ¿Sí?- Era un chico.
-Oye Zack, -¿Zack? Era un antiguo amigo, pero perdimos el contacto cuando empezó a juntarse con mala gente y a consumir lo que no debía.- ¿aún sales con esa gente?
-¡Claro! ¿Por qué? ¿Has cambiado tu idea sobre los porros?
-No, pero quiero hacerlo. ¿Esta tarde a las 7?
-Venga, en la rambla.
-Vale, adiós.- se volvió hacia mí y colgó.- ¿Qué haces aún aquí?
-Marcos, ¿no irás a probar eso?
-No te importa es mi vida. -Me empujó fuera de su casa y dio un portazo.
 *Ahora mismo*
                              #Narra Ashley#
-Joder Sus, que no puedo. Ya lo he intentado, pero no puedo...
-Ya lo sé Ash, pero aunque te cueste tienes que hacerlo, sabes lo mal que lo pasé yo hasta hace tan poco... Pero ahora soy feliz,  he pasado página completamente.
-¿QUÉ? -Me restregué las ojos para limpiarme las lágrimas. -¿Desde cuándo?
-Pueees... desde hace menos de un par de horas. - Sonrió y se encogió de hombros.
-No me lo creo. -No podía ser, después de todo ya no le quería... No pude evitar una sonrisa.
-No te lo creas, es la verdad.
-¿Toda la verdad y nada más que la verdad?
-Sí, sí lo es, y tú deberías de hacer lo mismo.
-No... si yo ya lo he hecho, desde hace dos o tres días. -Era mentira. No sé por qué pero en este momento me salió mentirle.
-¿Y no me has dicho nada?
-Si no querías hablar conmigo...
-Ah ya... es verdad. -Sonrió y me abrazó.
Salimos del instituto juntas hasta llegar a mi casa y me despedí de todas.
Después de comer encendí el ordenador y me conecté a tuenti.
-------------------------- Conversación chat --------------------------
Marcos: Ash, necesito hablar contigo.
Yo: Tú y yo no tenemos nada que hablar, está todo claro.
Marcos: Pero por lo menos déjame explicártelo.
Yo: No Marcos, entiéndeme, no quiero saber nada de ti de momento.
Marcos: Pero, por favor...
Yo: Hablaré contigo cuando se me pase el enfado, así que ahora ni me mires, por tu bien.
------------------------ Te has desconectado -------------------------
Me levanté del ordenador y me sequé las lágrimas, no quería volver a llorar. Por un momento me había creído lo que le había dicho a Susana, mis propias mentiras, había caído en mi propia trampa sabiendo perfectamente que ahora lo quería más que nunca. Me necesitaba para salir de esa mierda y yo lo necesitaba a él para ser feliz.
Le dije a mi madre que si podíamos ir al centro comercial, ya que está en la ciudad y tengo que ir en coche. Fuimos, hicimos las primeras compras de reyes. Se me pasó la tarde volando y sin pensar en Marcos.

Continuará...*

sábado, 7 de enero de 2012

Capítulo 13 1/2.

Marcos se levantó, cogió la caja y se fue sin decir nada más mientras que yo me quedé ahí tirada sin parar de llorar.
Pasaron 20 minutos y yo seguía en la misma posición; sentada con las piernas encogidas y rodeadas por mis brazos, con la cara hundida en entre ellos.
Mi sudadera olía a él, a su colonia mezclada con ese olor a porro, no podía con ese olor así que me la quité. Me quedé en manga corta, me sequé las lágrimas y salí de allí con las piernas temblorosas y tiritando del frío. Aún quedaban 5 minutos para que terminara la clase, así que decidí esperar en la puerta.
                              #Narra Marcos#
Empecé a correr sin rumbo, sin un lugar a donde ir, pero no podía parar. Llegué hasta el parque y me acosté en el césped, en el lugar donde todo empezó.
  *En el mismo lugar, hace 3 meses*
Allí estábamos, los dos, solos, sin más compañía que dos botellas de JB vacías.
-¿Por qué a mi?- dijo entre sollozos. Me encantaba su voz, su dulce voz de niña pequeña y frágil.
-No sé Ash, pero no olvides que me tienes a mí, siempre.- le dije mientras le acariciaba la cara.
Estaba en frente mío, con un vaso de tubo en la mano lleno hasta el borde. No me gustaba verla así; odiaba verla borracha, pero era el único momento en el que nos podíamos dejar llevar.
Pero borracha o no era preciosa. Sus grandes ojos pardo miraban a ningún lado y al mismo tiempo a todos. Tenía esa sonrisa pícara y dulce, esos hoyuelos que le salían al sonreír, esa bonita nariz respingona, esos preciosos labios que tanto ansiaba yo. La quería, más bien, la amaba.
La amaba con todas mis fuerzas y quería que fuese mía, pero sabía que tal cosa no ocurriría. Ella estaba enamorada desde hace más de un año de un chico que pasaba de ella, pero Ash no se daba por vencida. Ella no es de las que se rinden, ni siquiera después de tanto tiempo. Pero no le gustaba hablar de él, y siempre que lo hacía lloraba, ni siquiera me dijo como se llamaba aquel hijo de puta.
Dio un trago largo, tan largo que se bebió más de medio vaso de golpe.
-Oh, dios.- se giró y se puso a vomitar.
Me asusté, esa noche, para ser la primera vez, había bebido mucho, tenía miedo de que le pudiera pasar algo grave. Me levanté corriendo y le sujeté el pelo.
-Tranquila, no pasa nada, luego te sentirás mejor.- dije nervioso. Dejó de vomitar y empezó a llorar.
-¿Por qué? ¿Por qué a mi?- lloraba tanto que le faltaba el aire.
Saqué un pañuelo y le limpié la boca. La abracé y ella puso su cara en mi hombro y siguió llorando. Al poco rato paró.
-Lo siento, siento que tengas que pasar esto por mi.- dijo un poco avergonzada.
-No pasa nada, por ti lo que sea.
-Gracias, de verdad.- Sonrió y me abrazó. Intentó levantarse, pero se cayó.
-¿Te has hecho daño?
-No, estoy bien.
-No, estás borracha.
-Bueno, eso también. -Empezó a reírse. Su risa era perfecta y contagiosa, así que yo también me reí.
Dejamos de reírnos y la cogí como si fuera un saco y me puse a dar vueltas sobre mi mismo.
-¡Túúúúúúúúúúú!- gritó- ¡Que me estoy comiendo tu culo! -Se puso a pegarme en la espalda, pero se cansó y se dejó llevar.
Paré, la solté y me tiré al suelo. Me acosté en ese mullido césped con las manos detrás de la cabeza, viendo como Ash se movía de un lado para otro intentado recobrar el equilibrio hasta que al final se acostó a mi lado, con la cabeza sobre mi pecho. Nos quedamos mirándonos un buen rato hasta que se quedó dormida. Era preciosa, me encantaba estar así con ella, no quería que nunca terminara este momento.
Después de media hora más o menos se despertó.
-¿Has dormido bien?- le pregunté mientras le tocaba el pelo.
-Sí, se duerme muy bien a tu lado.- sonrió. -¿Qué hora es?- dijo bostezando.
-Las 11 y media, temprano.
-Aún nos queda tiempo. Creo que estoy más mareada que antes.- se rió y se incorporó, dio otro trago largo y se acabó el vaso.
Cuando iba a levantarme me empujó y me volvió a tirar al suelo. Se acostó encima mío.
-¿Qué haces? Que nos van a ver.- Dije nervioso, la tenía encima de mí. Ella estaba borracha, y si pasaba algo podría pensar que abusé de ella o algo.
-Que no tonto, no te preocupes.- se sentó sobre mi estómago y se quitó la camiseta.
-Ash, ponte la ropa. ¿Estás tonta o qué?- tengo que decirlo, no tenía un cuerpo diez, pero estaba bastante buena.- Venga, que aquí hay mucha gente.
-No hay nadie,- empezó a besarme el cuello y la oreja- tú procura no empalmarte.
-¿¡QUÉ!? ¡Estás loca! No digas cosas de las que luego te arrepientas.
-¿Arrepentirme, por qué? No te voy a decir que no, si es eso lo que te preocupa.
-No, no es eso. Tú le quieres a uno desde hace tiempo, ¿es que no te importa?
-Bah, sabes que ese no me quiere, no me voy a tirar toda la vida sola por él.
-Pero si ni te gusto, -se desabrochó el botón del pantalón- ¿qué coño intentas?
-No, no me gustas, -me quitó la camiseta-  pero, ¿y qué? Es sólo enrollarnos. -se mordió el labio, me encantaba cuando lo hacía.
-Con ropa también podemos.- dije cogiendo su camiseta.
-Ya, pero así es más divertido.
Que le den a lo que está bien o mal. Empecé a besarla por todas partes, no llegué a tocarle los labios y nos caímos al césped. Ella me mordía la oreja, se puso a darme besos desde la frente y empezó a bajar. Cuando iba por el ombligo me desabrochó el pantalón.
-¡Quieta!. Tienes 15 años.- dije abrochándome el botón.
-¿Y qué más da? Todas las de mi clase no son vírgenes.
-Bueno, pero... pero tú no me quieres. Se quedó en silencio. Me la quité de encima y me puse la camiseta. -Vístete y nos vamos.- me di la vuelta y ella lo hizo.
Fue todo el camino agarrada a mi para no caerse y sin hablar. Al llegar a su puerta me soltó. Fui a besarla, pero ella giró la cabeza.
-Te amo.- le dije.
-Yo no.- me rompió en mil pedazos.
-Espero que mañana no te acuerdes de nada...- dije en voz baja y me fui.
 *Ahora mismo, en el parque*
Una lágrima cayó.
-Eeeeeeeeeeeey, tío, -unos ''amigos'' se acercaron- ¿lo llevas?- me limpié.
-Sí.- dije un poco deprimido.
-¿Qué pasa?- dijo uno.
-Nada...
-Bueno, un poco de esta buena hierba y se te pasará todo.
Sonreí. Odiaba esa mierda, pero era lo único que me hacía olvidar a Ash.
Saqué la caja, lié el porro y le di una calada. Lo pasé. Cuando volvió a mi lo rechacé con la mano.
-¿No quieres más?
-No, hoy no me apetece.- me fui de allí.
Ese sitio me recordaba a ella, a lo que pudo haber pasado.
-¡Joder! -empecé a llorar- Ahora no. No es justo.- Ash se había enfadado conmigo, lo tenía claro, no volvería a hablarme en mucho tiempo. Saqué el móvil y llamé a Tom, era el único que me entendía.
-¿Si?- dijo él.
-Cabrón, ¿qué haces que no estás en clase?
-No tenía ganas. - nos reímos, yo sin ganas.- Oye, ¿qué pasa?
-Quería hablar contigo.
-¿Dónde estás? ¿Qué ha pasado?
-En la puerta del parque. Lo de siempre, Ash...
-Ah... -Tom era mi mejor amigo, pero cuando hablábamos de ella no podía ayudarme.- Bueno, cojo la mochila y voy en 5 minutos, no te muevas de ahí.
-Vale.- colgué.
Tom se enamoró de Ashley cuando empezamos a juntarnos, y no le hacía mucha gracia que yo la quisiera, pero nunca me pelearía con él por una tía.
 *10 minutos después, en el mismo sitio*
-¡Marcooooooooooooooos!- Salí de mis pensamientos. Tom se acercó y me abrazó- ¿Otra vez? -me miró preocupado, se había dado cuenta de la peste a maría que echaba.
-Sí, por desgracia sí. -Empezamos ha hablar, le dije lo que había pasado esta mañana con Ash, y pronto se hicieron las 2.
Quería contarle lo de Ashley, pero era algo que nadie sabía. Ash no sé acordaba de nada debido a todo lo que bebió y yo no quería refrescarle la memoria, era una historia que preferiría olvidar.
-Bueno, me voy ya Marcos, que mi casa está lejos.
-Ya, lo sé. -le abracé otra vez. -Adiós, y gracias tío.
-De nada subnormal.
Volví al instituto a por la mochila y la vi. Después de 3 o 4 horas aún tenía los ojos llorosos. Esperaba que no se hubiera pasado las clases llorando.
Pasé por su lado y le sonreí. Ashley me miró con cara de odio y se fue.

Continuará...*

jueves, 5 de enero de 2012

Capítulo 12.


Los nuevos nombres:

Inés------- Ashley
María----- Susana
Arantxa--- Brenda
Miriam---- Lorena
Juan------- Marcos
David------ Lucas
Josué------ Pablo
Isma------- Tom


19/12/11


Hoy es lunes. Odioso lunes... Aunque pensándolo bien, si el lunes no existiera odiaríamos el martes, y si el martes no existiera odiaríamos el miércoles, y así sucesivamente. Pero bueno, ¡sólo quedan dos días para las vacaciones!
Me levanté de la cama y me arreglé. Hoy tocaba Educación Física, así que me puse unos leggins azules marino, con una camiseta con la bandera de Reino Unido y unas zapatillas y una sudadera Converse rojas y salí.
En el portal me esperaban Susana, Lorena, Cris y Samara (unas amigas de clase). No mencioné nada de lo que pasó el sábado, no quería que se enterase nadie; aún dudaba si contárselo a Lorena. Sé que no va a decir nada, pero no me apetecía que me dijera: ''te quiere'', ''sal con él'', ''le gustas'', ''¡que monos!'' o todas esas cosas que, de momento, no me quería creer.
No quería ilusionarme con Marcos, ya lo había pasado bastante mal con todos los chicos de los que me había enamorado anteriormente, y con éste no quería volver a fallar. La verdad, no me apetecía pasar semanas o incluso meses llorando y deprimida por él, por creer que podríamos llegar a ser algo más. No quiero. Y aunque suene egoísta, ahora prefiero MI felicidad a la de los demás. Porque esta vida da muchos palos, y la mayoría me los he llevado yo.
Bueno, volviendo al tema, llegamos al instituto. Subimos las escaleras y nos dirigimos a clase. Allí estaba Marcos, apoyado en la puerta con las manos dentro de los bolsillos mirando al techo. ¡Me encantaba! Lo vi desde el principio del pasillo. Quería que se diera cuenta de que había llegado, pero disimuladamente, no quería que supiera que me gustaba, así que empecé a elevar la voz un poco.
Se dio cuenta y se quedó mirándome. Pasé por su lado, casi rozándole, me cogió de la cintura y se acercó a mi oído.
-¿Los quieres aquí o en la intimidad?- Dijo susurrando y enseguida caí en lo que era. En este momento pesé que era un poco idiota; con lo que le dije el sábado estaba claro de que no quería que se enterara nadie.
Susana se paró y se giró para buscarme, en el momento en el que puso la vista en mi le dí un codazo en la barriga a Marcos.
-¡Suélta!- y entré en clase mientras él se quedaba allí tirado rabiando de dolor.
Terminó la clase y Susana se puso ha hablar conmigo.
-¿Qué quería Marcos?- Dijo con tono enfadado pero a la vez triste.
-Nada, no le he oído bien.
-Como te tenía tan bien cogida...- Me miró con odio.
-Sus, ¿tú eres gilipollas o qué? No me lo puedo creer... Yo.. ¡yo flipo macho!
-¿Es que pasó algo el sábado?
-No, joder, ¿no te fías de mi? Pues nada, ale, adiós ''amiga''.- Dije con un poco de ironía que esperaba que ella hubiera pillado y subí corriendo al tercer piso a buscar a Marcos.
Estaba con Pablo y unos cuantos más. Me acerqué corriendo y lo enganché del brazo. Lo arrastré hasta un rincón.
-Lo siento.- Dije mientras agachaba la cabeza.
-No pasa nada.- Me subió la cabeza y me acarició el pelo. Sonreí.- Bueno...- me volvió a agarrar de la cintura y me pegó a él. Empezó a besarme el cuello. Olía raro. Ese asqueroso aroma me sonaba.- Veo que no has aguantado mucho en venir a mí.- Le empujé un poco para separarme de él, pero parecía un pulpo.
-Tengo clase.- Le dije con la voz temblorosa. Es verdad, tenía un miedo horrible, pero aún no sé a qué. Me escapé de sus caricias y besos por mi cuello y bajé corriendo a clase.
Llegué y llamé a la puerta.
-¿Se puede?- tocaba Física y Química.
-No, llegas 15 minutos tarde. Vete a la sala de profesores.- Cerré la puerta y me fui.
Llegué. Me encantaba esa sala. Era enorme, con tres grandes mesas en el medio y unos 20 o 25 ordenadores al rededor de la pared.
-¿Biología?- preguntó una de mis maestras.
-No, Física y Química.
-¿¡Qué!?- Se dio la vuelta cuando ya había escrito ''Biol''. Como ya dije antes, siempre que aparecía por ahí estaba en Biología.- ¿Qué ha pasado?- Dijo con cara preocupada.
-Nada, que he llegado tarde.- Sonreí.
Ella tachó lo que había escrito y puso en un folio: 2ªh-Ashley Smith-3ºA-F.Q. Eso era una especie de parte que, supuestamente, mandaban a tu casa y que los padres debían de firmar, pero a mí, por lo menos, nunca me llegó.
Pasaron cinco minutos y se abrió la puerta. Era él otra vez. Me miró y sonrió. Se sentó a mi lado.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté yo.
-Fui a buscarte a tu clase, y como no te vi supuse que estarías aquí.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Hubo un silencio. De repente se oyó al director llamar por megafonía a todos los profesores, y éstos se fueron dejando la sala vacía con nosotros dentro.
Yo estaba sentada, con las mangas remangadas, la cabeza sujetada con una mano y la otra mano colgando, mirando al lado opuesto donde estaba Marcos. Noté una caricia que me subía por el brazo hasta el cuello. Sentía su respiración cada vez más cerca. Empezó a tocarme el pelo y a acariciarme los labios.
-Marcos, ¡estáte quieto!- dije yo poniéndome de pie.
-Anda, venga, si estamos solos.- Me cogió por detrás. Otra vez ese asqueroso olor.
-Que ya te he dicho que no.- Me solté y me puse al otro lado de la mesa.
-¿Quieres jugar? Vas a jugar.- Empezó a correr detrás de mí.
Ahí estábamos los dos, corriendo alrededor de una mesa como idiotas. De repente algo se le cayó del bolsilo y me paré a ver que era mientras él lo buscaba desesperadamente.
Lo cogí y él se quedó parado. Era una cajita de metal. Ya se lo había visto a otra gente de clase. Era lo bastante pequeña para caber en el bolsillo pero suficientemente grande para que cupiera lo que nunca me hubiera imaginado de él. La abrí.
-¿¡Pero qué...!?- Se me cayó de las manos al mismo tiempo que rompí a llorar.
Era mariguana. Ya sé que no os parecerá raro ni algo malo, pero los porros era lo que más odiaba en esta vida, era lo único que me superaba. Lo peor es que cuando ya no le hicieran efecto se pasaría a algo peor, y así hasta...
Me caí al suelo y seguí llorando, no podía más, ya era lo que me faltaba. Marcos se acercó a mi y me abrazó.
-Tranquila, no tienes por qué ponerte así.
-¡Quita, no te me acerques!- Me alejé de él arrastrándome, ya que no tenía ni fuerzas para levantarme.- ¡Vete, desaparece de mi vista! ¡Fuera!


Continuará...*

miércoles, 4 de enero de 2012

INFORME.

Bueno, voy al grano mis fieles seguidores!:S
No puedo seguir subiendo capítulos. Sí, es verdad, no es ninguna broma.
Necesito nuevos nombres de chicas y chicos para seguir escribiendo la novela. Si dentro de poco no tengo los nombres supongo que tendré que abandonar la historia y borrar el blog. :((
Esto no es porque yo quiera, sino por motivos... personales, más o menos. Me gustaría que me ayudarais dando ideas de nombres bonitos y que molen (si son ingleses mejor, me gustan más), ya que yo últimamente no estoy para nada.
Espero que me ayudéis, no cuesta nada, por favor. Podéis dejarlos en un comentario en el blog, o dejándome un privado en tuenti (Love Dream And Photography) o un comentario en la página de tuenti ( http://www.tuenti.com/#m=Page&func=index&page_key=1_2323_74240496 )

Inés---------------------- Ashley
María-------------------- Susana
Arantxa------------------Brenda
Miriam------------------- Lorena
Juan---------------------- Marcos
David--------------------- Lucas
Josué-------------------- Pablo
Isma----------------------Tom

C.F. depende de vosotros, C.F. sois vosotros.

Besos, la Love.