¿Lucas o Marcos? Era la pregunta que me venía a la mente cada vez
que estaba sola o en mi mundo.
La verdad, Lucas no es que me gustara, simplemente me llamaba la
atención, pero Marcos... a Marcos le quería.
En estos momentos odiaba mi ''vida amorosa''.
Ya que he estado toda mi vida sola, mientras que los demás
desperdiciaban la oportunidad de estar con la persona a la que
querían.
No soportaba a esa gente que estaba con la persona que
amaba y por la vergüenza lo echaba todo a perder. A los que podían
sentir lo que yo no. A los que podían querer y ser queridos mientras
que yo me quedaba mirando como eran felices. A los que no sabían
aprovechar lo que tenían...
Podéis pensar que esto es la mayor gilipollez que habéis leído
en vuestra vida, pero seguramente no lo hayáis vivido. Porque jode.
Jode muchísimo ir por la calle y ver a los novios cogidos de la
mano. Jode ir con tus amigos y ver que les sobra el mundo cuando
están con sus parejas. Jode ver lo felices que son y no poder serlo
tú también.
Mientras mi cabeza se llenaba de estos pensamientos yo intentaba
aguantar las lágrimas, pero los ojos me escocían cada vez más, y
una pequeña pero visible lágrima resbaló por mi mejilla hasta caer
en la libreta. Me dí la vuelta corriendo para que nadie me viese, ya
que estaba en la última fila pegada a la pared. Cogí un pañuelo de
la mochila y me sequé el rastro que había dejado esa puñetera
lágrima que no debería haber salido de su sitio. Respiré. Inspiré.
Me volví y seguí escribiendo. De repente levanté la cabeza y la
vi. La loca de la profesora estaba a mi lado mirándome.
-¡Ashley!- dijo con su odiosa voz de pito que tanto se me clavaba
en los oídos.
-Totasna hoy... Ya empezamos... ¿Qué pasa ahora?- le respondí
de malas maneras, como siempre.
-¿Qué estás haciendo?- acercó la mano a mi libreta para
cogerla. La cerré de golpe y la metí en la mochila.
-¿Y a usted qué?- sonreí malvadamente.
-¿Qué has dicho?
-¿Que a usted qué le importa?
-No estás atendiendo.
-¿Y? Mientras no moleste a los demás no me puede decir nada.
-Te voy a bajar dos puntos en la evaluación.- Me levanté de golpe
empujando la mesa para delante y la silla para atrás.
-¿¡Qué!? ¿¡Y eso por qué!?- Me cabreé. La sangre me hervía,
y empecé a temblar de la rabia y de la impotencia.
-Porque no trabajas.- dijo ella tan tranquila.
-Pero ¿qué dices? Si hago los ejercicios todos los días, no
molesto a nadie, saco buenas notas.
-No es suficiente.
Ya está. Ya no podía más. Empecé a gritar.- ¿¡Qué más
quieres!? ¿¡Qué coño quieres que haga!? ¿¡Le compro regalos, le
hago la pelota!? ¡Ya si quieres le limpio el coche y le saco la
basura todas las putas noches!
-Fuera de mi clase. Expulsada.
-¡Encima de todo me expulsa! ¡Loca, que estás loca!- Salí de
la clase dando un portazo mientras que mis compañeros me vitoreaban.
-¡Ashleeeeeeeeeeeeeeeey! ¡Asleeeeeeeeeeeeeeeey!
¡Asheeeeeeeeeeeeeeeeeeey!- gritaban todos con una sonrisa en la cara.
Sí, mi clase estaba llena de gilipollas. Cuantos más follones
armabas y peor te comportabas más te querían. Por eso, las clases de
Biología las pasaban mirándome, esperando a que hiciera algo para
distorsionar la clase, pero eso a mí me daba igual.
Llegué a la sala de profesores y me senté. La primera vez que
entré se quedaron mirándome extrañados, no entendían que me
hubieran expulsado. Pero ya les era normal verme por aquí.
-¿Biología?- me preguntó la profesora de Matemáticas, que le
tocaba de guardia.
-Sí.
Todos los profesores sabían que cuando me veían aparecer por
ahí, me tocaba Biología. Era la única asignatura en la que me
expulsaban o no me dejaban entrar por llegar tarde o simplemente, a
la que no iba.
-Por lo menos no tengo a la bruja loca esa chillándome...- Pensé.
Veinte minutos después se abrió la puerta y apareció mi tutor.
-Ash, ven aquí.- Nunca me ha llamado por mi nombre completo.
Me levanté corriendo y fui hacia él. En el instituto era uno de
los profesores más respetados. No era borde ni malo, al contrario,
era muy gracioso y simpático, por eso todos le querían, pero
infundía respeto.
-¿Si?
-¿Qué ha pasado?- Me miró a los ojos. Los tenía verdes, un
verde precioso.
Su edad rozaría los 45. Era alto y muy delgado, su cara era larga y tenía
coronilla. Había sido mi tutor el año pasado y lo seguía siendo
este también.
-Pueeees... lo de siempre.-Agaché la cabeza avergonzada.- Lo
siento mucho...
-Ash, ya es la segunda vez que te expulsa en cuatro días de clase que lleváis, no
puedes seguir así, tengo que llamar a tus padres.
-No por favor. No les llame.- mis padres no tenían ni idea de lo
que pasaba en mis clases de Biología, y si los llamaba no iba a
pisar la calle en muuuuuuuuuuucho tiempo.- Cuando termine la clase le
pediré perdón, pero no les llame.
-Vale... Pero sólo por esta vez, si te vuelvo a ver aquí o viene
a quejarse de ti, les llamaré.
-Muchas gracias.- Sonreí.
-Venga, me voy. Pórtate bien Ash.
-Perdón le va a pedir su puta madre.- pensé.
Lo tenía
clarísimo, esa no iba a tener una disculpa mía nunca. Sabía que si llegaba a clase y
proponía pincharle las ruedas del coche nadie se negaría, soy ''la
reina de las clases de Biología'' y no me sentía muy orgullosa de
ello, pero yo no soy así, no soy capaz de hacer eso.
Terminó la hora y fui a clase. La vi salir por la puerta
mirándome con una sonrisa en la cara, le eché una miranda
fulminante cargada de odio y giró la cabeza. Hoy ya había tenido
bastante como para que encima viniera ésta a restregarme por la cara
los dos puntos que me iba a quitar.
Entré a clase y saqué los libros.
-Ha sido buena la de antes, ¡eres genial!- Dijo uno de mis muy
''inteligentes'' compañeros.
-Le miré y volví la cabeza.-Tsss... gilipollas.- Dije por lo bajini para que no me oyera, aunque tampoco me importaba mucho.
La siguiente clase pasó rápida, volví a tranquilizarme y a ser
yo. Salí del insti con Brenda, Lorena y Susana.
-¿Qué te ha pasado, Ash?- Preguntó Susana.
-Puff... la loca, que me tiene harta. Don Antonio -mi tutor-
quería llamar a mis padres.
-A la próxima, 3 días a tu casa, no le respondas más, pasa de
ella.
-Pero si tú le respondes más que yo, esa me tiene manía o algo.
-Jajajaj. Puede ser.- Se rieron.
Llegué a mi casa.
-Bueno chicas, me voy. Esta tarde no salgo, que tengo que estudiar
para el examen de Sociales, y vosotras deberías de hacer lo mismo.
-Yo no tengo más exámenes.- Dijo Lorena sonriente.
-Joder, que suerte... Bueno adiós, que si no nos quedamos aquí
todo la mañana.
-¡Adióóóóóóóós!- Dijeron todas a la vez.
Me pasé toda la tarde en mi casa sola, en el tuenti pero ni Marcos ni Lucas se conectaron en todo el día. No tenía ganas de salir ni pensamiento de estudiar. Mañana por la mañana me levantaría a las 6, le echaría dos vistazos al tema y poco más. No me hacía falta mucho tiempo, con leermelo dos veces me bastaba para aprendermelo entero.
Continuará...*
Ashley es una chica de unos 15 años. Nunca ha tenido grandes problemas con su familia ni amigos, pero cuando hablamos del amor, la cosa cambia. Ella se siente mal, nunca ha encontrado el amor. Nunca ha tenido a nadie que le dijera que era única y que no la cambiaría por ninguna otra, que la quería... Hoy por hoy, se encuentra con dos problemas, y sí, son por amor. Ashley se ha enamorado de sus dos mejores amigos y no tiene ni idea de lo que hacer.
Leídos los 9 capítulos.Me gusta,me siento identificado con algunas frases.
ResponderEliminarGracias!:D
ResponderEliminarmaravilloso blog =)
ResponderEliminarsaludos y que vaya muy bien!!
Me encanta la historia es genial
ResponderEliminarbesoooooooss :)